Sus suaves ramas cosquilleaban su nariz
Desprendían un aroma a cerezo
Que lo hacía maravillar
El océano se sentía en su cuello
Un aroma suave, con sabor a sal
Y textura de arena
Sus labios acaramelados
Hechos de piruleta, aromados de azúcar
Atracción divina para cualquier goloso
Su piel tostada
Cálida como el fuego
Olía a canela y lucía como tal
Mientras estaba en sus brazos
Pensamientos olorosos
Se cruzaban en su mente:
"Tantos aromas, en una sola persona
Tantos perfumes que apreciaré"