lunes, 28 de mayo de 2018

Orfeo y Eurídice


Y ya las liras se rompían

y ya sus labios se anudaban,

Un destello apagado

derritiendose sobre otro deseándolo.



Y ya los pájaros dormían,

Y ya los relojes se inmovilizaban.

Ella con el pie

ya casi traspasando el lago.



Y ya a Orfeo

la otra alma se le deslizaba

entre los brazos,

llevándose un trocito de la suya

sin consentimiento.



Adiós Eurídice.

Que conste que esto era parte de un trabajo de mitología para latín del trimestre pasado y mira, me ha gustado el resultado. 
Vivan las leyendas mitológicas y ya, que son inagotables. 

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